El intenso calor de la luna cuenta la historia de Emma, un personaje flaubertiano que se rebela contra el papel que impone la sociedad a la mujer madura. Gioconda Belli explora la identidad femenina pasada la juventud, cuando la mujer debe ir más allá de los mitos que centran su valor en la belleza juvenil y la fertilidad, para descubrir un nuevo erotismo y el poder de ser ella misma.
Por lo tanto en este sentido nos gustó la visión optimista de la autora, pero a medida que nos adentrábamos en la historia se iba edulcorando de tal modo que había momentos que nos recordaba los culebrones televisivos. Excesivas sincronicidades donde había que redondear el guón para que todo quedara perfecto ,el sufrimiento de los personajes no fuera excesivo y el lector se quedara satisfecho en un limbo feliz. En fin, la realidad siempre supera la ficción, pero desde luego en esta historia se pasó con el azúcar haciéndola poco creíble y un tanto superficial.
Gioconda Belli nació en Managua, Nicaragua. Es autora de una obra poética de reconocido prestigio, por la que ha recibido el Premio Mariano Fiallos Gil, el Premio Casa de las Américas, el Premio Internacional Generación del 27 y el Premio Internacional Ciudad de Melilla. Su primera novela, La mujer habitada (1988; SBarral, 2010), ha sido traducida a catorce idiomas con enorme éxito y ha obtenido iortantes premios. Es autora de las novelas Sofía de los presagios (1990; SBarral, 2013), Waslala (1996; SBarral, 2006), El pergamino de la seducción (2005), El infinito en la palma de la mano (2008), galardonada con el Premio Biblioteca Breve y el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, y El país de las mujeres (Premio La Otra Orilla 2010). También ha publicado El país bajo mi piel (2001), sus memorias durante el periodo sandinista, la antología poética Escándalo de miel (Seix Barral, 2011), y dos cuentos para niños: El taller de las mariposas(2004) y El apretado abrazo de la enredadera (2006).
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